Den dunklen Drängen der Musik der Nacht~ ♫ {Reivan}

Ya era tarde, pero me había quedado en el teatro trabajando en lo último que me había pedido Nathaniel... mi hermano tenía razón, ese hombre era un loco obseso perfeccionista ¡y por eso lo adoraba! Ni siquiera en el Royal College of Music me hacían sufrir tanto con una composición, pero yo conseguiría hacer una melodía que le agradara a Nathaniel... como que me llamaba Aleyah.

Lo había convencido de que me dejara componer una melodía para la apertura del primer acto y me dijo que le llevara algo... y si le gustaba, lo tomaba... si no, pues me daba por despedida... ¡y que tenía 24 horas!. Ya tenía algo más o menos armado pero no terminaba de gustarme del todo... suspiré mientras cogía mi violín y volvía a tocar las mismas notas una y otra vez... le faltaba algo.

Escuché un ruido y me quedé en silencio... había oído que había un fantasma en el teatro y apenas ahora que oía el sonido lo recordaba. Suspiré mientras en mi mente tarareaba "Die Musik der Nacht" una de mis canciones favoritas del musical "El Fantasma de la Opera" y trataba de no pensar en espíritus chocarreros ni fantasmas.

Música. Musica...seis letras que formaban una palabra mágica, decían que la música amansaba las fieras, la escritura lograba parar guerras (aveces), mis dos pasiones, desde que recordaba y gracias a ese libro sentí un especial cariño por la musica, "El fantasma de la Opera" había sido mi impulsor en mis dos pasiones y al parecer, cuando no la tocaba, parecía que me perseguía porque la estaba escuchando, eso me sorprendió, sinceramente.

Fui corriendo hacia allí, como cuando sabia que me tenia que tirar por paracaídas, mi mente rondaba con lo mismo, necesitaba un piano, necesitaba conocer a quien me había contratado, entonces cuando entré vi a alguien allí tocando el violín, debía admitir que tocaba muy bien, suspiré aliviado, al parecer solo tocaba el violín, aunque sabia de buena mano que los músicos no solíamos tocar solo un instrumento, almenos la mayoría.

Entré en sigilo, no quería interrumpir, a mi me molestaba que me interrumpieran cuando tocaba, suponía que no debía ser el único al que le molestase, así que por si acaso no hice mucho ruido y la observé tocar sin decir nada, aunque me preguntaba si aplaudiría o que, me senté en una de las sillas y disfruté de la musica.

Bien, eso era suficiente por hoy... si a Nathaniel no le gustaba lo que había avanzado podía irse al infierno en primera clase y con todo pagado. Estaba que me moría de hambre, ya que no había probado bocado desde el desayuno y además era más de medianoche... y mañana me había dicho que tenía que estar a las 7 en punto en el teatro. Así que si no reconocía mi sacrificio, era ya su problema.

Guardé mi violín en su estuche, estaba decidida a irme a casa... pero ahora que lo recordaba, Jordan se había llevado el auto y yo no tenía cómo volver... eso era simplemente genial. Estaba a punto de maldecir al mundo cuando vi una sombra sentada en una de las sillas. Me pegué un susto de muerte y solté un chillido que seguramente se escuchó hasta la china... y luego me fijé que se trataba de Reivan, uno de los chicos que también tocaban en el teatro; solté un suspiro de alivio - ¡Reivan! no vuelvas a asustarme así... - dije mientras el alma me volvía al cuerpo.